domingo, 25 de marzo de 2012

El arte del buen vestir.


Seguramente a lo largo del ejercicio de nuestras profesiones nos han surgido diversas interrogantes respecto a la “etiqueta” o a los modales que debemos guardar. Todo mundo sabe que la moda pasa, pero el estilo y la elegancia no. El vestuario es un elemento muy importante a la hora de causar una buena impresión. Cuando nos presentamos en un sitio, en lo primero que se fijan es en nuestra apariencia externa. En todo ámbito, ya sea de negocios, laboral o en cualquier otro, es fundamental conocer los comentarios que nos aconsejan algunos expertos.

Preguntas como: ¿Es correcto quitarse el saco en público? ¿Quién debe empezar a comer en una cena? ¿Por dónde debe tomarse la copa para beber? ¿Es verdad que bostezar frente a otra persona es una actitud incorrecta? ¿Cómo debe de ser el traje que usamos? …entre otras, si no son bien respondidas pueden dejarnos en ridículo.

En el caso de los hombres, el saco es una prenda que debe quitarse en ningún momento del día. Quedarse en “mangas de camisa” no es elegante. De hecho, antiguamente era como quedarse en ropa interior. Queda prohibido sentarse a comer y quitarse el saco.

Los anfitriones son los que marcan el inicio y el final de la comida. Una vez que han comenzado los anfitriones lo pueden hacer el resto de los invitados.

Normalmente las copas se toman por el "tallo" y con la mano izquierda para poder saludar con la derecha. Se toman por el "cuello" (tallo) intermedio entre el pie y la "copa" por razones obvias: si tomamos el vino por la copa, al mantenerlo en la mano podemos cambiar involuntariamente la temperatura ideal del mismo (el blanco que debe estar frío) y el tinto que debe servirse fresco, a temperatura ambiente, también se calentaría. No se deben tomar por el pie, ya que solo lo suelen hacer los expertos en las catas.

Efectivamente, bostezar en público no es de buena educación. No obstante, si no se puede evitar, lo mejor es colocar discretamente la mano delante de la boca.

La sastrería y la confección de trajes es algo donde no debemos dejar de prestar cuidado. Tratemos de usar ropa a la medida. El pantalón siempre debe estar forrado por dentro. El saco debe permitir ver el final de la camisa y el saco debe ser perfecto al anchor de los hombros. Es válido utilizar un traje de dos o tres botones y se suelen usar abrochados, pero jamás el inferior.

Siempre es mejor utilizar telas en 100% lana o bien, una combinación de lana y seda en trajes. Los materiales sintéticos quedan descartados incluso en camisas, porque se nota inmediatamente. Es de gran ayuda buscar diversos tipos de algodón o algodón y seda para variar el corte de la camisa. Para el traje siempre es recomendable una tela 15 milmil 15 o trofeo. Por otro lado, nadie duda que se ven mejor los gemelos o mancuernillas.

¿Qué decir de la corbata? Puede ser hecha a mano o no. Siempre debe ser de seda y lograr contraste. En ocasiones veremos la leyenda “couture” en la etiqueta, si es que la corbata es fina; esto significa que es de una sola pieza y por lo regular es artesanal, siendo un poco más ligera sin el clásico forro negro en la parte trasera. La punta inferior de la corbata jamás debe rebasar el cinturón. Nunca se deben usar camisas con botones en los cuellos y las de color negro o quedan prohibidas con corbata. Los nudos grandes han pasado de moda y las corbatas azules siempre lo estarán.

El vestuario más utilizado para hombres de negocios y ejecutivos es el traje oscuro de corte clásico y la corbata. Sin embargo, si se trata de la playa o climas cálidos es válido usar lino sin corbata. No es bueno usar trajes cafés. Son preferibles los zapatos de agujetas. Esa moda de usar traje azul marino con zapatos café claro no termina de ser aceptada en las firmas más prestigiadas de confección.

En el trato con los demás jamás hay que dejar de ser amables, educados, inteligentes y agradables; siempre combinado con una buena imagen. Hay que entender que debemos sonreír independientemente de nuestro carácter y siempre saludar; vigilar nuestras palabras y ser conscientes del daño que causan las groserías, cuidar las carcajadas y la postura. No hay que hacer escándalo al llegar a un lugar y sobre todo, no ir directamente al bar; hay que esperar si es que se trata de una cena. Es bueno hacer grupos de tres personas y cuidar el acercarse a dos personas solas. A la hora de comer los cubiertos se utilizan de afuera hacia adentro; en la mesa no se usan mondadientes; la servilleta va en las piernas y al levantarse sobre la silla.

En fin, siempre se cometen errores y es válido caer en uno. El detalle radica en poder solucionar el embrollo sin caer en un acto francamente embarazoso.